10 feb. 2025

Tupãsy Caacupé

Deseo hacer esta mañana en público mi oración a Tupãsy Caacupé. La hago como un paraguayo más que se une a la gran celebración mariana.

“Cada año me digo que cuánto te necesitamos como una madre cuando cada año crece el número de personas que acudimos a ti el 8 de diciembre. Por TV escuché que se hacían preparativos para tres millones. Son muchos.

Muchos pero te pedimos pocas cosas porque todas son las esenciales. No tenemos trabajo para poder comer todos algo tres veces al día. Algunos se fueron contigo al cielo, diríamos que antes de tiempo. La atención médica es poca y las medicinas casi nulas. ¿Por qué esto sucede en IPS si es un servicio pagado de nuestro salario? ¿Por qué esto sucede en los centros de salud si los pobres pagamos más impuestos que nadie con el IVA?

Tupãsy Caacupé, hoy los pobres somos numéricamente más que nunca. Indígenas sin tierra campesinos sin tierra, bañadenses amenazados de expulsión, jóvenes sin esperanzas de trabajo.

De todo esto le echan la culpa al Sistema. Nos cuesta saber qué sea eso, pero tiene cada de ricos muy ricos, de sojeros con mucha tierra y venenos, de narcos que nos matan con las drogas, de políticos corrompidos.

Pero, Tupãsy Caacupé, ya está bien de estas quejas, que son verdaderas.

Queremos que sepas que te queremos mucho y que eres nuestra Madre del cielo, alguien muy grande para quienes tanto queremos a nuestras madres en la tierra.

Te necesitamos mucho y te pedimos que nos pongas al lado de tu hijo Jesús. Allí está Dios y con Dios no son nadie los que hoy en el Paraguay nos quieren someter porque tienen la basura de la plata y del poder.

Con confianza de hijos te repetimos ‘queremos vencer porque queremos vivir en un Paraguay en el que quepamos todos’.

Y gracias Tupãsy Caacupé porque eres Ñande Sy”.