El presidente Donald Trump limitó ayer las opciones para los solicitantes de asilo en la frontera con México mediante una orden presidencial que impide que esta protección sea concedida a quienes acceden al país de forma irregular.
“Acabo de firmar la proclamación sobre asilo. Muy importante. La gente puede venir, pero tienen que venir a través de los puertos de entrada (autorizados)”, aseguró Trump al ser preguntado por los periodistas antes de partir rumbo a Francia.
Trump prohibió durante al menos 90 días la entrada a EEUU a quienes cruzan ilegalmente la frontera sur, lo que implica la puesta en marcha de una nueva regulación del Gobierno que elimina la opción de obtener asilo a quienes han incumplido una prohibición presidencial.
Bajo la modificación, realizada mediante proclamación presidencial, los migrantes que cruzan de forma irregular la frontera no podrán solicitar asilo en el país y solo podrán hacerlo quienes entren por puntos de acceso autorizados.
La orden establece que la limitación estará en vigor durante al menos 90 días, que podrán ser ampliados, o hasta que se firme un acuerdo con México que permita a EEUU deportar directamente a su vecino del sur a los inmigrantes de terceros países que cruzan ilegalmente; un pacto sobre el que, según Washington, las conversaciones ya se han iniciado.
La nueva regulación no tendrá efecto retroactivo, por lo que solo se aplicará a quienes la incumplan tras la entrada vigor después de la medianoche de ayer viernes.
El Gobierno calculó en 234.534 el número de personas que fueron puestas en procesos de deportación tras cruzar la frontera en 2018, de las que 171.511 fueron detenidas cuando lo hacían ilegalmente.
De estas 234.534, 97.192 (41% del total) alegaron que tenían miedo a volver a su país ante una posible persecución o bien pidieron directamente asilo, por lo que fueron entrevistados por un agente estadounidense para determinar si su solicitud de protección era veraz.