EFE
SÃO PAULO - BRASIL
El presidente del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4), Thompson Flores, definió ayer la disputa judicial entre dos magistrados de dicha Corte por la libertad de Luiz Inácio Lula da Silva y determinó que el ex presidente de Brasil continúe en prisión.
Flores respondió así a un pedido interpuesto por el Ministerio Público Federal (MPF) para suspender la decisión del juez de guardia Rogerio Favreto, quien ayer ordenó la libertad del líder del Partido de los Trabajadores (PT), encarcelado desde el 7 de abril por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El “habeas corpus” concedido ayer domingo por Favreto generó una gran polémica y contó con la oposición de un segundo juez, João Gebran Neto, instructor del caso Lava Jato en segunda instancia, lo que abrió un pulso jurídico entre ambos magistrados.
Gebran Neto es uno de los tres jueces que integran la octava sala del TRF-4 de Porto Alegre, Corte que condenó este año a Lula en segunda instancia a 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero. A pesar de la decisión de Gebran Neto, Favreto insistió y ordenó en su último auto que Lula fuera puesto en libertad inmediatamente, pero la Policía Federal no actuó debido a la contradicción entre los autos de ambos jueces.
El presidente del TRF, no obstante, señaló que la decisión sobre la libertad de Lula es competencia del instructor de la Lava Jato y no del juez de guardia. De esa forma, Thompson Flores puso fin, al menos de forma temporal, a un conflicto jurídico sobre la libertad del ex presidente brasileño, quien deberá permanecer en la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde está arrestado desde hace tres meses. Favreto, juez que estaba de turno en el TRF-4, sorprendió ayer al conceder a Lula un habeas corpus y citó la precandidatura del ex presidente a las elecciones presidenciales de octubre como un hecho “nuevo” que debe ser tomado en consideración para su libertad.
precandidatura. El PT ha mantenido la candidatura de Lula a pesar de su arresto, pero según la ley electoral, se encuentra virtualmente inhabilitado después de la condena en segunda instancia.
Ante la expectativa de que fuera liberado, decenas de simpatizantes se reunieron a las puertas de la Policía Federal de Curitiba para transmitir su apoyo al líder más popular de la izquierda brasileña.
El juez que ordenó la liberación del ex presidente tras aceptar una demanda de Habeas Corpus presentada el viernes por los diputados Wadih Damous, Paulo Pimenta y Paulo Teixeira del Partido de los Trabajadores, al que la prensa asegura que estuvo afiliado de 1991 a 2010.
“¡Lula Libre ya!”, se leía en la cuenta en Twitter del ex mandatario, mientras unos 500 seguidores se concentraban a las puertas de la sede de la Policía Federal en Curitiba donde está preso, exigiendo su salida. Los abogados del ex presidente, de 72 años, consideran que Lula debe seguir en libertad hasta que se agoten todos los recursos, pero el STF decidió en abril aplicar una jurisprudencia que estipula que todo condenado en segunda instancia debe ser encarcelado.
La senadora Gleisi Hoffmann comentó que el PT solicitó la excarcelación del antiguo dirigente sindical, quien es su candidato para los comicios a pesar de estar prácticamente inhabilitado, con objeto de que pudiera participar de los debates, discusiones, políticas, dar entrevistas y ejercer su derecho de candidato.