Por Justiniano Riveros
CONCEPCIÓN
Unas 200 personas que trabajaron en la explotación de unas 3.000 hectáreas de bosques en la estancia Último Trago, ubicada en el Chaco Paraguayo, cuyo propietario es Gabriel Portillo y que fueron despedidas, piden cobrar alrededor de 160 millones de guaraníes.
Los trabajadores fueron cesados por el administrador Eligio Otero, sin recibir el pago por los trabajos realizados.
Marcelino López, uno de los afectados, indicó que Otero le contrató para trabajo de elaboración de postes, balancines y firmes, para lo cual llevó a 50 compañeros más. Trabajaron durante tres meses y cuando concluyeron sus tareas fueron echados por el citado administrador.
Freddy Carvallo, otro afectado, indicó que pertenece a otro grupo y que la actitud del administrador, que es también horqueteño, fue similar con ellos. “En total somos 200 trabajadores los que nos quedamos en la calle y la deuda asciende a unos 160 millones de guaraníes”, dijo.
La denuncia fue radicada en la fiscalía de Horqueta, a cargo de Richard Alarcón, quien está realizando la investigación del caso. Según los afectados, el fiscal les prometió que cobrarán su dinero con un poco de paciencia.
Un grupo de los despedidos está acampado frente a la fiscalía.