El principal líder independentista encarcelado, el depuesto vicepresidente del gobierno catalán Oriol Junqueras, lanzó ayer un dardo sin mencionarlo al ex presidente Carles Puigdemont, huido a Bruselas, al afirmar que él se quedó en Cataluña porque no se esconde. “Estoy aquí porque no me escondo nunca de lo que hago, y porque soy consecuente con mis actos, con mis decisiones, con mis pensamientos, con mis sentimientos y con mi voluntad”, dijo Junqueras desde la cárcel de Estremera, cerca de Madrid, en una entrevista con la radio catalana Rac 1.
El interés de las elecciones consiste en medir la salud del independentismo catalán, que sumió a España en la peor crisis política de su era democrática moderna con la proclamación fallida de secesión del 27 de octubre y la consiguiente respuesta del Gobierno central, que intervino la autonomía y destituyó al ejecutivo regional, al que la justicia acusó de sedición y rebelión.
Sobre su decisión de ir a Bruselas, o la de Junqueras de permanecer en España, Puigdemont dijo que cada uno tomó la suya atendiendo a todo tipos de razones, incluyendo personales: “Se decidió que cada uno tomaría la decisión que creyera conveniente, y que, sobre todo, todos respetarían la decisión de todos”, explicó, también a Rac 1.
“Nosotros no tenemos a nuestros adversarios en las filas del independentismo”, añadió el presidente depuesto, negando que haya rivalidad entre las fuerzas secesionistas. afp