20:15-04/04/07
Asunción (AP)
La banda envió en las últimas horas del miércoles ''pruebas de vida’’ de los secuestrados, informó la policía. Sin embargo, no se reveló en que consistían las pruebas puesto que sólo un amigo del empresario japonés está en contacto con los captores.
''Trabajamos sólo en actividades de inteligencia, luego de que se haya recibido informes sobre el buen estado de vida de las cuatro personas en cautiverio’’, dijo el comisario Alvaro Ramírez, jefe de apoyo técnico de 200 agentes policiales enviados a la zona para encontrar el escondite donde estarían los secuestrados.
''No estamos haciendo ningún allanamiento de vivienda alguna, ni realizamos rastrillajes en los pueblos de Caaguazú esperando que los delincuentes liberen a los cuatro rehenes’’, agregó el oficial. Aclaró que ''una vez que ocurra la liberación, nos dedicaremos totalmente a intentar detener a los componentes de la banda’’.
Eventualmente, si se confirmase que la captura de los rehenes obedece a un secuestro extorsivo, sería el quinto en este año en la zona este del país.
Los capturados son Hirokasu Ota, de 62 años, su secretaria Savako Shuma Takayama, además del agente policial Rafael Ramos y su novia Nancy Jiménez.
El japonés es administrador de la empresa agroindustrial Victoria, propiedad del reverendo coreano Sun Myung Moon, jefe religioso de la Iglesia Espíritu Santo para la Unificación Mundial del Cristianismo.
Los policías recibieron la información de que si se intensificaba la investigación, el agente policial y su novia serían asesinados. Ambos fueron plagiados cuando pasaban por el lugar durante el atraco sobre la ruta nacional 7 que une Caaguazú con Ciudad del Este. Aparentemente fueron llevados por los delincuentes para evitar que delataran a los atracadores.
Las versiones periodísticas sin confirmación oficial señalan que los integrantes de la banda comenzaron pidiendo 25.000 dólares, luego aumentaron a 150.000, más tarde a 500.000 y finalmente reclaman 750.000 dólares.
El incremento del rescate se produjo supuestamente luego de que los delincuentes se enteraran que Ota es representante de una empresa millonaria.
Medios radiales de Asunción informaron, sin fuente identificada, que unos 25 individuos integran la banda de delincuentes comunes dedicados al asalto en carreteras pero que en esta ocasión encontraron que su víctima, el japonés y su secretaria, resultaron ser personajes importantes de la secta Moon.