Determinación y coraje fueron los factores que beneficiaron al elenco de Santísima Trinidad, para tumbar a uno de los candidatos.
De entrada, el Albiverde buscó el protagonismo, intercambiando golpe por golpe, ante un equipo azulgrana que no hizo pesar la diferencia de jerarquía, apagando su fuerza con el correr de los minutos, cediendo el control, careciendo de profundidad, con un control estéril, sin sorpresa. La lentitud en el traslado y la poca resolución de los ejecutantes, desembocó en un pálido equipo que en la recta final no tuvo argumentos para insinuar algo mejor.
El Rubio supo capitalizar una de las acciones generadas en la primera parte, para luego asumir el rol de ganador con tranquilidad, moviendo el balón en campo rival, sin defender muy replegado atrás, generando también con rápidas salidas. En frente, Cerro no despertó nunca, no supo tener el control y menos reacción, con un nivel muy bajo de sus hombres de alternativa. Ahora Rubio Ñu aguarda al ganador de River Plate vs. 12 de Octubre.
Emmanuel Morales
El delantero tuvo mucha movilidad que desestabilizó a la última línea del Azulgrana. Aportó además precisión en el gol.