Los actuales contribuyentes del impuesto a la renta personal (IRP) que no alcancen este año el rango mínimo de incidencia, tras la suba del piso del gravamen de G. 76 millones a los G. 80 millones por la reforma fiscal, deberán seguir dentro del régimen y presentar declaraciones juradas al Fisco por los próximos dos años, 2020 y 2021, según aclaró el titular de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), Óscar Orué.
Esto significa que, pese a que no se pagará el impuesto por estar fuera del rango, estos aportantes deberán presentar los documentos que avalen sus ingresos y gastos para que la SET confirme los datos. El pago del IRP 2020 vence en marzo del 2021; mientras que el IRP 2021 fenece en marzo del 2022.
Esta obligación que impuso la reforma fiscal, a su vez, implica que el aportante deberá seguir pagando un contador para presentar sus declaraciones juradas, lo que representa un gasto extra mensual que varía entre los G. 300.000 y los G. 500.000.
El IRP tiene actualmente registrados a unos 140.000 contribuyentes.
