19 ene. 2025

Sicarios matan a 3 hombres en chacra de Minga Guazú

Por Francisco Espínola
MINGA GUAZÚ
Una pelea entre presuntos distribuidores de drogas derivó anoche en la ejecución a balazos de tres jóvenes. Los fallecidos fueron hallados atados de pies y manos, mientras el cuarto logró escapar milagrosamente, pero le cercenaron la oreja a escopetazos durante el ataque criminal.
El triple crimen con tinte de ajuste de cuentas entre malvivientes se produjo en un mandiocal de la Fracción Norma Luisa, de Minga Guazú, a unos 1.500 metros de la ruta 7, lado Monday, en el departamento de Alto Paraná.
Según el informe policial preliminar, los fallecidos son: Máximo Silvero González (28), su hermano Aldo Antonio Silvero González (30) y Félix Armando Domínguez (29), quienes acusaron heridas de bala de pistola 9 milímetros y de perdigones de escopeta calibre 12.
El afortunado fue José Domingo Brítez (40), quien huyó del lugar y fue perseguido, pero durante el escape recibió un refilón de bala a la altura de la oreja izquierda que prácticamente le cercenó el miembro.
Los tres fallecidos fueron hallados atados todos juntos y con la boca hacia abajo. Las víctimas acusaron múltiples heridas, la mayoría en la cabeza.
La Policía intervino con acompañamiento del fiscal Cristian Bernal, para investigar el confuso hecho, pero hasta el cierre de la edición poco o nada avanzaba acerca de la identificación de los asesinos.

EN UNA CHACRA. Los infortunados hombres eran ocupantes de un precario rancho construido de madera en medio de una plantación de mandioca y maíz que está rodeada de un monte por donde se presume llegaron los sicarios, debido a que los vecinos no escucharon pasar por el lugar ningún vehículo.
Los autores del triple crimen se perdieron en la espesura de la vegetación y se escondieron de los efectivos policiales, quienes acudieron al llamado de un vecino que oyó los disparos.
Según los lugareños, los asesinados llegaron el martes de la zona de Encarnación para realizar tareas en la chacra, pero al día siguiente ya fueron ejecutados.
Los propios vecinos confirmaron que las víctimas se dedicaban a la distribución de marihuana y que probablemente surgió algún problema con sus proveedores, originado por la comercialización del estupefaciente, que habría derivado en el brutal ajuste de cuentas.