Para la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales, la calidad de los granos podría no ser óptima al ser heterogéneos, verdinos y chuzos. Esto representa una mayor complicación en el transporte, almacenamiento y procesamiento de la materia prima.
Un bajo porcentaje de proteína para la harina y presencia de un alto nivel de clorofila en el aceite son los mayores riesgos.
“Si no se cumplen los estándares de calidad, los mercados internacionales pueden rechazar la carga o aceptarla castigando en el precio”, advirtió el gremio.
Evaluación. Sobre el procesamiento de granos en el 2021, la Cappro informó que más allá de la buena producción registrada en la campaña 2020-2021 y de la mejoría de los precios internacionales, el año fue muy negativo para la industria aceitera. Esto se debe a que la caída del procesamiento de soja superó las 650.000 toneladas, que representa una merma de 19% en comparación con el promedio de los últimos tres años.
Las fábricas pertenecientes al gremio utilizaron solo el 66% de su capacidad instalada. El 70% de los granos se usaron para la harina, en tanto que el 20,4% se destinó al aceite.
Hasta el momento no hay una cifra exacta sobre la pérdida de rendimientos, pero el sector agrícola habla de una caída de alrededor del 50%. En volumen significa una producción total de unas 5 millones de toneladas, lejos de la estimación inicial de 10,5 millones. Esta campaña podría ser la peor de los últimos 25 años. Los productores temen superar al 2012, cuando se obtuvieron apenas 1.367 kilos por hectárea.