14 jun. 2025

Secuestro: Negociación estancada por el silencio

Las negociaciones en torno al secuestro de Hirokazu Ota, su secretaria Tawako Takayama, el policía Rafael Ramos y su novia Nancy Giménez se estancaron debido a la falta de comunicación de los delincuentes con los allegados al japonés, reveló una fuente de la investigación plenamente identificada por nuestro diario. Esta situación hace que suba la tensión y el temor por lo que pueda pasar con las víctimas, adujo.
Añadió que la última comunicación de Ota con uno de los negociadores fue el martes pasado, por lo que al no existir una segunda prueba de vida las gestiones entre las partes se han paralizado. Mientras se espera una nueva comunicación, aumentan la incertidumbre y el nerviosismo entre los allegados a Hirokazu Ota, su secretaria, el agente y su novia, mencionó.
Hoy se cumplen 8 días del secuestro de las 4 personas citadas y en procura de dar tranquilidad a las partes, es decir a los secuestradores y negociadores, en espera de un resultado positivo en las eventuales conversaciones, la Policía ha suspendido el rastrillaje en la zona, no así los controles en las rutas.
Los investigadores de la Policía manejan tres posibles zonas de cautiverio en el Alto Paraná, que serían Ciudad del Este, Juan León Mallorquín o Juan E. O’Leary y dos localidades en Caaguazú, J. Eulogio Estigarribia o José Domingo Ocampos.
Los directivos de Victoria SA, desde hace un par de días, que se llamaron a silencio. No dan más información sobre las negociaciones, así como lo hacían anteriormente a pocos días después del plagio.
Los secuestradores habían solicitado la suma de 150 mil dólares como rescate por las víctimas, luego aumentó el monto a 750 mil dólares.
Uno de los averiguadores había señalado que en una última conexión se había llegado a un acuerdo, pero posteriormente ante la falta de nuevo contacto se enfrió toda la negociación.
Ayer en todo el día se aguardaba otro contacto de los plagiarios con uno de los negociadores, que sería Celino Ramírez, pero esa conexión no pasó de ser sólo un deseo de los allegados a los japoneses y paraguayos capturados.