15 jun. 2025

Se debe dar un golpazo de identidad

Por Horacio Galiano

Decir que el técnico Carlos Jara Saguier tuvo poco tiempo para trabajar en este Sol versión 2007 (asumió el martes en vez de Buenaventura Ferreira) es más que una obviedad.
También Alicio Solalinde, técnico olimpista, se presentó entre semana (un miércoles) y al domingo venidero llegó la victoria ante Trinidense. La diferencia, si existiese, radica en dos detalles: Con muchos de los que forman el plantel solense, Jara Saguier no está familiarizado (por la juventud de la mayoría de los futbolistas o por no haber seguido de cerca la campaña); el Bambino asumió con un día de antelación respecto a su colega olimpista, que por una cuestión de sentimiento hacia su club y por estadías anteriores, conoce todo: jugadores, dirigencia, intimidad, ambiente, nivel de exigencia, pros y contras, etc.
El escaso lapso que tuvo el orientador azul para preparar la estrategia estará presente en cualquier resultado que obtenga en Para Uno. Lo que a los oídos nomás no gustará es escuchar que el factor tiempo –innegable, por cierto– se toma como excusa en caso de derrota.

Él agarró a conciencia ese hierro caliente que es Sol (por su posición en el Apertura y ni hablar en el promedio).
Vale decir, sabía que, después de un 6-0, tenía a horas a otro grande enfrente, y encima embalado, con 2 victorias al hilo.

Lo que se aprecia, al menos de cara al compromiso de mañana, es que se mantiene la base de la conducción saliente. Y una de las tareas del profesional radicará en descubrir si, en el club, existen mejores o de igual nivel que los futbolistas que mañana seguirán en el equipo, los que retornarán a la titularidad o los que arrancarán ya no como suplentes.
La variante, ya que no es en masa, tiene que ser de actitud. Jara Saguier debe otorgarle identidad al equipo: su filosofía de juego, hasta su carácter. Sol es una entidad con presupuesto apretado. No hizo contrataciones importantes, que tampoco marcaron, hasta aquí, la diferencia. En 48 horas de estadía y 90 minutos de entrenamiento no puede _ni se pretende eso_ un técnico nuevo dar vuelta el mundo. En un plantel tan corto no se cambian 25 tipos de un saque. Lleva su tiempo.
De todas formas, por algo la dirigencia decidió modificar la cabeza de grupo. Hay ganas de ver algo distinto en fútbol, pensamiento y, por qué no, en hombres y nombres . No creo en la existencia de equipos chicos, pero en la historia de la humanidad sí hay personas –en el rango entran técnicos, jugadores, dirigentes y aficionados– que por mentalidad ínfima, espíritu derrotista, desorganización, desconocimiento, nada de amor propio –menos por la casaca– pueden convertir una espada en el tamaño de una aguja. Creo en los cambios. En los verdaderos, profundos, revolucionarios, estructurales, preferentemente completos y que sean para bien. Jara Saguier tiene la gran oportunidad de mostrar, de entrada misma y aunque sea en detalles, que al pie del Sol está su autógrafo. Y que un considerado y popularmente pequeño, puede soñar en, y vivir como, GRANDE.