Un nuevo caso de quema de medicamentos se constato en un dispensario médico dependiente de la Municipalidad de Ciudad del Este. El hecho fue descubierto en un local de salud ubicado en el barrio 23 de Octubre de acuerdo a los datos recabados por la administración municipal.
Sobre el nuevo hecho, Walter García, jefe de Salud de la Municipalidad esteña, dijo que tras un trabajo de verificación se confirmó la quema de medicamentos vencidos; y explicó que no es el único caso. Anunció medidas contra los funcionarios que cometieron la falta.
Todo se originó a partir de la denuncia realizada por vecinos del barrio 23 de Octubre, que alertaron del hecho al nuevo jefe de Salud, que procedió a la verificación y efectivamente constato que se estaban quemando basuras en el dispensario. “Encontré que sí estuvieron quemando, probablemente hace una semana. Yo había dado la orden que no se queme ni una hoja de árbol y aun así lo hicieron”, lamentó.
Prohibición. Hay que recordar que por ordenanza municipal esta prohibida la quema de cualquier tipo de basura y menos aún de medicamentos y de cualquier tipo de sustancia en la vía pública, locales privados y propiedades municipales.
García dijo que detectó que en varios dispensarios era una especie de práctica común la quema insumos y medicamentos vencidos. “Sin dudas se trata de una práctica que atenta contra la salud de las personas y el ambiente, prohibido por la Ley Ambiental y ordenanzas municipales”.
En este contexto el funcionario anunció que investigará quienes fueron los responsables de la quema irregular. Informó que tendrá en cuenta el informe de la Contraloría General de la República, donde también figura la quema de medicamentos, entre las irregularidades detectadas durante la auditoría del año pasado.
Un hecho similar ya se había detectado por Contraloría, en el dispensario médico del km 12, lado Monday, el 12 de enero pasado. Entonces se encontró un montículo de basura, donde había fármacos vencidos y otros que aún no cumplieron su fecha de vencimiento, hecho que llamó la atención de los auditores.
Entre los productos hallados en un pozo sin agua se encontraban: 29 blísteres de ácido acetilsalicílico, 52 frascos de metoclopramida, 100 unidades de celexin, 12 unidades de limbiotic, 10 cajas de salbutamol y 60 frascos de paracetamol.
Antes, el 11 de diciembre del año pasado, se había detectado lo mismo en el dispensario médico ubicado en km 8, lado Acaray en local de salud, también dependientes de la institución municipal.
La quema también se realizó sin ningún protocolo de seguridad. Se trata de insumos médicos, algunos donados por el Ministerio de Salud Pública y otros adquiridos con fondos de la Comuna.
Tanto la CGR, así como la interventora Carolina Llanes, le dieron una destaque a esta situación en sus respectivos informes.