La organización con sede en Nueva York presentó su informe anual, en el que repasa la situación de los derechos humanos en el mundo, que han vivido un 2020 muy complicado.
“El año pasado ha sido probablemente uno de los peores años para los derechos humanos, yo me atrevería a decir, en las últimas tres décadas”, aseguró el director de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco, en una conferencia de prensa.
En el caso de Latinoamérica, Vivanco destacó que ha sufrido la “consolidación de tres dictaduras” en Venezuela, Nicaragua y Cuba, regímenes que están “más fuertes que nunca”. Según HRW, en cada caso hay factores propios que explican esa realidad, pero también se da un “ausencia manifiesta de liderazgo por la causa de los derechos humanos” en la región que hace más difícil enfrentar a esos gobiernos.
“Esto es especialmente notorio porque los dos gigantes de América Latina, los países más poblados, de mayor peso y que ejercen obviamente una enorme influencia en su región, y me estoy refiriendo fundamentalmente a Brasil y a México, están liderados por líderes populistas, por demagogos”, señaló.
Para HRW, la falta de voces latinoamericanas capaces de promover y defender la causa de los derechos humanos “no ayuda a un panorama que permita mejorar el estado de los derechos humanos a nivel regional”, a pesar del papel positivo que han tenido iniciativas como el Grupo de Lima en el caso venezolano.
Vivanco apuntó además que la pandemia ha sido un factor que ha agravado la situación de los derechos humanos en muchos lugares, siendo aprovechada por algunos líderes para restringir libertades, incluida la de prensa. En ese sentido, destacó el caso del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, que ha usado “de una manera descarada” la crisis sanitaria para concentrar el poder y limitar controles democráticos. EFE