La ex fiscala no estaba llevando la investigación del secuestro en sí, sino del video de la práctica que hicieron los secuestradores. Fue un hecho fortuito que hayan encontrado el cuerpo.
Ese día del hallazgo se tuvo un trabajo arduo de parte de policías, bomberos y fiscales, para rescatar los restos de la joven enterrada.
Quiñónez recordó conmocionada un hecho que le marcó ese día. Ya en la Morgue, la mamá de Cecilia, la ex senadora, besó el cuerpo de los pies a la cabeza. “Solamente una madre puede hacer eso, es que el olor era insoportable. Yo nunca le miré a Mirta Gusinky política, sino como madre, víctima del terrorismo de esta gente”, contó.
Lo más grave y terrorífico –dijo– fue que a la joven se la enterró viva. El médico forense Pablo Lemir había dicho que comprobaron que ella permanecía sedada y que falleció estando bajo los efectos de esos somníferos.
LAS FARC. Pero este secuestro no se hizo solo. “El brazo armado del Partido Patria Libre (ahora EPP) tenía conexión directa con las FARC”, comentó Quiñónez. Justamente estos recibieron capacitaciones y asesoramientos del grupo guerrillero colombiano.
“Según documentos hallados en el Capítulo Paraguay, se pudo comprobar que los miembros de las FARC le llaman a los de Patria Libre Los Cuenta Chistes y en una parte dice: El Cuenta Chiste de Paraguay vendrá a visitarle a Gallo Pinto” y este era un alias de Rodrigo Granda (colombiano, prófugo en la causa). Ellos intercambian correos. El de Osmar Martínez era musguero@hotmail.com y el de las FARC era trotador505@hotmail.com”, contó Quiñónez.
Fue con esos materiales que la Fiscalía dio cuenta de la presencia de un miembro de las FARC en Paraguay.
Y fue un desafío para las autoridades paraguayas detectar el sistema de comunicación que utilizaba el grupo. “Todo lo que logramos lo hicimos a pulmón. Hacíamos cruces de llamadas con lápiz de papel y una regla. Luego fuimos avanzando con la ayuda internacional”, recordó la ex fiscala.
Pudieron comprobar que Cecilia debía ser secuestrada en enero del 2004, por asesoría de las FARC, pero cambiaron de fecha, porque los secuestradores “no estaban capacitados”, como debían. “Dijeron: ‘Los agricultores aún no preparados para la captura de la fruta’”, dijo. Y Cecilia era la fruta.
Finalmente, la ex fiscala general concluyó que “el EPP ya dejó un tendal de heridos, lisiados, viudas, huérfanos y mucho dolor, pero sigue la lucha contra ellos”.