En la Nueva Olla, Cerro Porteño y Guaraní se repartieron los puntos, donde finalmente le sentó mejor al conjunto aurinegro, que venía golpeado, ya que arrastraba tres derrotas seguidas en el torneo.
El Ciclón, que venía aún de la buena sensación que dejó la clasificación a los cuartos de final de la Libertadores, comenzó a buscar ser más incisivo, utilizando mucho las subidas de los extremos y los laterales por los costados. Sin embargo, el planteamiento ofensivo de Russo se complicó al encontrarse con un Guaraní que le achicó los espacios.
Sin embargo, cuando el Aurinegro tuvo que pasar de la faceta defensiva a la del ataque, se le complicó mucho la tarea, debido a que en ese lapso del encuentro el referente en punta, Fernando Fernández, no tenía el suficiente acompañamiento para que la iniciativa tuviera mayor peso.
SE ANIMÓ. En la segunda parte del juego, el partido se equilibró más, debido a que la visita soltó más a sus volantes para que comenzaran a tener más incidencia sobre el campo contrario.
Eso tuvo su efecto, ya que se puso en ventaja con el tanto en contra de Marcos Cáceres. El tanto sufrido despertó a Cerro Porteño y lo obligó a ser más contundente arriba, poblando el área rival y buscando con centros, pases filtrados entre líneas y disparos de media distancia.
El empate, logrado por Joaquín Larrivey, de penal, le dio cierto alivio a Cerro, hasta que tuvo otro revés cuando el Aborigen llegó al segundo, mediante Fernando Fernández.
Otra vez, el Ciclón tuvo que hacer frente al resultado adverso y consiguió equilibrar en el tanteador con el cabezazo de Juan Patiño. El empate lo frena de vuelta al Ciclón en su lucha por llegar a la punta.