09 feb. 2025

Salud y trabajo, reclamo común de los peregrinos

José María Ovelar y sus tres hijas caminaron 17 horas, desde Mbocayaty del Yhaguy (Guairá), para entregar sus inquietudes y reconocimientos a la madre de Dios en Caacupé. Los pies de los caminantes mostraban las dolorosas secuelas de la distancia recorrida, pero también la firmeza de una fe intacta.
“Le pido que nos libere de los males y necesidades que tenemos y le agradecemos por la salud”, refirió el hombre, añadiendo que los miembros de su familia realizan cada año la misma travesía a pie.
Juan Carlos Velázquez es otro creyente, que caminó 60 kilómetros para pedir trabajo. El peregrino refirió que su ciudad natal, Coronel Oviedo, “está agobiada de necesidades” e instó a los gobernantes a sumarse al pueblo y trabajar por el bien común.

SALUD. Para pedir por su salud y la de su hijo de siete años, Balbina Aguilar y su marido Isidoro tampoco escatimaron esfuerzos. La visita a la Virgen “es el bálsamo que alivia las penurias de la gente”, comentó mientras no detiene sus pasos.
Por esta misma razón, no decae la fe de Gloria Estigarribia, que estando con dos meses de un riesgoso embarazo llegó el año pasado a pedir a la Virgen
una feliz maternidad. Este año con el pequeño Matías en brazo, Gloria volvió para agradecer el haber tenido un parto normal y un robusto bebé. “Desde criatura vengo caminando desde Areguá y hasta que pueda lo voy a hacer ", aseguró la devota de la Virgen Azul.
Tras 10 horas de camino, también llegaron hasta la basílica Gladys Franco y su hermana Josefina, que traía el pie vendado. Pese al dolor rezaron por trabajo y por la salud de su padre.