Tres casos por día. Un total de 488 enfermos por parotiditis, más conocida como papera, se registra desde enero hasta el 7 de julio de este año, según los datos del boletín epidemiológico de la Dirección de Vigilancia de la Salud, del Ministerio de Salud Pública (MSP).
En la misma semana epidemiológica, en este caso la número 27 del año pasado, la cifra alcanzaba solo 309 afectados, que demuestra un incremento de enfermos. La cifra actual hasta julio representa casi el 50% de los casos notificados en el 2017, que alcanzó a 1.007 afectados.
“Podemos hablar de un leve aumento con respecto al año pasado comparando el mismo periodo”, explicó la doctora Andrea Ojeda, coordinadora del Centro Nacional de Enlace de Vigilancia de la Salud. Los afectados se registran especialmente en comunidades cerradas.
enfermos. Un total 1.007 personas fueron afectadas el año pasado por la enfermedad, una alta cifra en comparación a años anteriores. Por ejemplo, en el 2015 solo se confirmaron 177 enfermos, la cifra aumentó levemente en el 2016 llegando a 283.
La alta prevalencia de la enfermedad en el 2017 se debe a los 19 brotes que fueron reportados, según especifica el boletín epidemiológico. Los casos notificados de la enfermedad corresponden a las localidades de Central, Asunción y Concepción, principalmente. El grupo de edad más afectado es de 15 a 49 años.
BROTES. De enero hasta julio se reportaron un total de 9 brotes, de los cuales 4 corresponden a Asunción, 2 a Central, 1 en Guairá, 1 a Concepción y 1 en Cordillera, informaron desde Vigilancia de la Salud. Los brotes; es decir las epidemias localizadas, se registraron en las universidades, comunidades cerradas como las penitenciarías y en las fuerzas militares, señaló la doctora Ojeda.
La papera es una enfermedad vírica aguda que se caracteriza por fiebre, hinchazón y dolor a la palpación de una o varias glándulas salivales generalizada, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La transmisión de la enfermedad ocurre por diseminación de gotitas, por contacto directo de la saliva de una persona infectada. Una vez que la persona ya padeció la enfermedad, es inmune.
“La inmunidad suele durar de por vida y se adquiere tanto después de las infecciones no manifiestas como de los cuadros sintomáticos”, según la OMS (Ver infografía).