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Bagdad-Irak
Los abogados de Sadam Husein y dos de sus ex asistentes sentenciados a muerte presentaron sus apelaciones ayer domingo, dijo el fiscal iraquí, luego de un juicio criticado por algunos expertos en derecho como injusto y con errores.
La defensa tenía hasta el martes para presentar sus apelaciones.
El caso ya está con la Corte de Apelaciones, que va a decidir si se van a llevar a cabo los ahorcamientos. Mientras tanto, Sadam sigue siendo enjuiciado por genocidio contra kurdos.
“Los abogados de Sadam Husein y otros dos condenados a muerte vinieron a la Corte hoy (domingo) y presentaron sus apelaciones”, dijo el fiscal Jaafar al-Moussawi a Reuters.
El fiscal dijo que había presenciado la entrega de documentos, aunque el jefe de los abogados de Sadam dijo que aún no había ocurrido.
Sadam fue sentenciado a la horca el mes pasado por
crímenes contra la humanidad por la matanza de 148 chiítas del pueblo de Dujail, luego de escapar a un intento de asesinato allí en 1982.
Su medio hermano Barzan al-Tikriti y el ex juez Awad al-Bander también recibieron la misma condena por su participación en la matanza, tortura y deportación de cientos de habitantes de Dujaili.
El juez de la Cámara de Apelación, que podría enmendar tanto el veredicto como la sentencia, tiene tiempo ilimitado para decidir, pero si la apelación falla, las reglas del Alto Tribunal Iraquí dicen que la ejecución debe producirse 30 días después de la decisión final.
El primer ministro Nuri al-Maliki, miembro de la mayoría chiíta perseguida durante el dominio de la minoría sunita en el régimen de Sadam, ha dicho que quiere que la ejecución se realice este año.
Expertos legales, sin embargo, aclararon que las apelaciones pueden llevar meses y que hay ambigüedad sobre lo que constituye la “decisión final.”
El tribunal aún tiene que hacer públicas las razones de las sentencias a muerte del 5 de noviembre, aunque ha prometido hacerlo en su página web.
En otro orden de cosas, el ex presidente iraquí rechazó el testimonio ofrecido días pasados por un experto estadounidense en medicina forense en el juicio contra el depuesto dictador y seis de sus antiguos colaboradores por genocidio contra el pueblo kurdo.
Sadam manifestó su rechazo, la número 24 del proceso que se le sigue en el caso de la “campaña de Al Anfal”, realizada por el Ejército iraquí entre 1987 y 1988 contra la población kurda del norte del país, y que causó la muerte de decenas de miles de personas.
“Aparte de la fosa común que abrió esta persona, y cómo llegó con esas osamentas a este lugar (al tribunal), yo había pedido la colaboración de especialistas independientes, de países que no hayan participado en agresiones contra Irak”, indicó el antiguo mandatario.
“Hay peritos en el ámbito de las momias en Egipto y países europeos que pueden desempeñar esa labor”, recalcó Sadam.
Opinión de los juristas
La extensa condena es esperada con ansias por los juristas internacionales que desean evaluar la actuación de la Corte. El grupo Human Rights Watch, con sede en Nueva York, dijo en un informe extenso el mes pasado que el veredicto es poco sólido, y dijo que la Corte había cometido de tantos errores que había sido imposible un juicio justo.
El organismo de derechos humanos dijo que a la Corte le faltaba experiencia para un juicio tan complejo, que no había dado a la defensa información sobre documentos clave y que funcionarios del Gobierno habían minado su independencia e imparcialidad. Un grupo de expertos de la ONU también identificó “fallas de procedimiento serias” y pidió a Irak no ejecutar las condenas a muerte.
También el Vaticano criticó la condena a muerte y señaló que la decisión muestra que continúa dominando la lógica de “ojo por ojo, diente por diente”, dijo el cardenal Renato Raffaele Martino, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz. “Dios ha regalado la vida y sólo El puede quitarla”, añadió.