“Es evidente que el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, que es ante todo un bloque militar, tendría graves consecuencias político-militares, que requerirían una respuesta de nuestro país”, afirmó en rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
La representante de la diplomacia rusa señaló que Moscú está al tanto de “los esfuerzos dirigidos de la OTAN y algunos países miembros del bloque, ante todo Estados Unidos, dirigidos a incluir en la Alianza a Finlandia y también a Suecia”.
En particular celebró “la política del Gobierno de Finlandia de no alineación militar como un importante factor para garantizar la seguridad en el norte de Europa y en todo el continente europeo”, pero constató la “interacción práctica” entre Helsinki, Estocolmo y la OTAN, que ha crecido últimamente.
“Han celebrado maniobras de la OTAN, estos países han ofrecido sus territorios a ejercicios del bloque en las cercanías de las fronteras rusas, en los que las fuerzas estadounidenses imitaban ataques con armas nucleares contra un llamado adversario equivalente”, advirtió.
Zajárova afirmó que tanto Finlandia como Suecia han confirmado el principio de indivisibilidad de la seguridad en su calidad de miembros de la OSCE.
“La elección de las vías para garantizar la defensa y seguridad nacional es un asunto interno y soberano de cada Estado”, indicó.
ASEDIO DE KIEV. La capital de Ucrania se niega a someterse al invasor ruso. Las tropas enemigas intentan estrechar el cerco en torno a Kiev, pero aún no han logrado aislar la ciudad del resto del país.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, escenificó el estoicismo de los habitantes de Kiev al pasear por el barrio gubernamental acompañado de sus asesores más cercanos.
“Estamos aquí. Estamos en Kiev. Estamos defendiendo Ucrania”, dijo, en un video para levantar el ánimo de la tropa y de una alicaída población, que se teme lo peor.
De esta forma, intentaba combatir la guerra de desinformación en la que también se ha convertido este conflicto. Las tropas rusas avanzaban sin remisión por la región de Kiev, pero su ofensiva se ha estancado a unos 30 kilómetros de esta ciudad de tres millones de habitantes.
DIÁLOGO. El presidente ruso, Vladimir Putin, llamó el viernes a los militares a hacerse con el poder en Kiev ante el fracaso del primer intento de iniciar unas negociaciones entre las partes para poner fin a la guerra.
“Propusimos a los ucranianos celebrar negociaciones en Minsk”, la capital bielorrusa, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien afirmó que Kiev sugirió como lugar alternativo Varsovia tras lo que “tomó una pausa” y “rompió la comunicación”. El portavoz de la Presidencia rusa evitó no obstante revelar si Moscú había dado su visto bueno a la sede de la negociación propuesta por Kiev para abordar, en particular, un posible estatus de neutralidad de Ucrania con respecto a la OTAN.