BRASILIA - BRASIL
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció ayer que su Gobierno proseguirá el próximo año el proceso de concesión a la iniciativa privada de carreteras, puertos y aeropuertos para poder modernizar y transformar las infraestructuras en Brasil.
“Hicimos mucho pero tenemos que hacer mucho más. En 2014 realizaremos más concesiones, especialmente de ferrocarriles, arrendamiento de puertos y autorizaciones de uso específico de puertos”, dijo la jefe de Estado en un discurso en un encuentro promovido por la patronal de los industriales de Brasil.
La mandataria destacó la importancia de que el Gobierno se alíe al sector privado para invertir en las infraestructuras necesarias para el desarrollo del país tras hacer un balance de las concesiones realizadas en el último año.
“Todas las concesiones realizadas hasta ahora me permiten afirmar que estamos transformando con seriedad la infraestructura del país y enfrentando los problemas de logística y de falta de energía”, aseguró la gobernante al referirse a dos de las principales reivindicaciones de los industriales brasileños.
En la apertura del VIII Encuentro Nacional de la Industria la presidenta afirmó que la asociación del Gobierno con el sector privado es esencial no solo por los recursos económicos que pueden ofrecer las empresas sino por la capacidad de gestión del sector privado.
En su opinión, las empresas privadas tienen más capacidad para aumentar la productividad y la eficacia de las infraestructuras. “Son esas asociaciones entre el Gobierno y las empresas privadas las que nos permitirán acelerar el crecimiento, y ofrecer bienes y servicios más adecuados y eficientes para la población”, aseguró.
Sobre las concesiones que promoverá en 2014, mencionó en particular las de redes de ferrocarriles y de puertos.
“En ferrocarriles es vital invertir con el sector privado en un sistema eficaz. Brasil necesita de un sistema de ferrocarril de porte mundial, especialmente por ser un país continental”, dijo.
Agregó que el Gobierno reformó el marco regulador de los puertos para poder “atraer inversiones privadas, aumentar la eficacia y reducir los costos”. La jefa de Estado recordó que el proceso de concesiones fue iniciado en 2012, cuando reconoció “la urgencia de promover una fuerte transformación en la infraestructura en asociación con la iniciativa privada”.
Agregó que ese proceso tuvo un importante impulso este año, con la concesión de tres carreteras federales y de los aeropuertos internacionales de Río de Janeiro y Belo Horizonte, así como con la realización de subastas para otorgar licencias para el tendido de líneas eléctricas y de plantas de generación de energía.
Según Rousseff, tras una larga paralización, el Gobierno reinició las subastas para otorgar concesiones para explotar áreas con reservas petroleras y otorgó derechos para la explotación de Libra, el mayor yacimiento de hidrocarburos del país.
Dilma destacó la necesidad de mejorar la competitividad de la industria brasileña, especialmente tras la aprobación la semana pasada del primer acuerdo global en los veinte años de la Organización Mundial del Comercio (OMC).