Desde hace casi dos meses, el ex intendente de Lambaré Roberto Cárdenas, condenado por usurpación de funciones públicas, ya está en su casa de vuelta. Debía estar dos años en Tacumbú, pero a los tres meses ya obtuvo la prisión domiciliaria.
La jueza de Ejecución de la ciudad de Luque María Estela Bareiro, el 24 de febrero, le otorgó que vaya a cumplir el resto de la pena en su casa.
El político tiene cinco causas, pero esta es la única que quedó firme.
Se trata de una sentencia de dos años, que no la iba a cumplir, porque tenía suspensión, pero como la Fiscalía apeló, el Tribunal de Apelaciones, en mayo del 2022, revoca la suspensión.
Se determinó que esos dos años debía ir a prisión.
Sin embargo, en febrero, la jueza Bareiro evaluó los presupuestos de lo que menciona el Código de Ejecución Penal, en el artículo 239: “Podrá adoptar tal medida (la prisión en casa) en casos de condenados a pena privativa de libertad de hasta tres años, que no sean reincidentes, si fuesen mayores de sesenta años”.
CHICANERO. Cárdenas es considerado como un “chicanero serial”, ya que ha presentado masivos recursos para postergar sus investigaciones y sus cinco procesos, por presuntas malas gestiones durante su gestión al frente de la Municipalidad (2010-2015).
Entre las causas que no están firmes, está una condena de 8 años, que está pendiente en la Corte por un recurso de casación que plantearon todos los condenados y todavía no se resuelve. Si bien Cárdenas, por su lado, desistió de ese recurso, él planteó a la par una acción de inconstitucionalidad, la cual todavía no tiene resolución.
En ese caso, se habla de irregularidades en construcción de 15 colegios.
Por otro lado, en la causa donde se dictó una condena de cuatro años, por el derrumbe del Colegio Nacional de Lambaré, este se había reenviado para un nuevo juicio, pero hasta ahora no se pudo hacer.
Actualmente, está pendiente una acción de inconstitucionalidad.