Los mismos exigieron explicaciones públicas al titular de la Cámara Alta, y este alegó que no se le puede prohibir recibir a nadie.
Además, aseguró que se conversó solamente sobre la petición del Gobierno de Nicolás Maduro del reingreso de Venezuela al Parlasur.
“Tenemos que entender, con todo respeto, dejando de lado relaciones personales, que el presidente y el vicepresidente nos representan a todos”, reclamó Riera.
“Necesitamos explicaciones de este grave hecho. Si restauramos relaciones, vamos a arreglar el tema del combustible. Es un liso y ligero chantaje. Deberíamos estar molestos”, increpó.
“Una cosa es recibir a venezolanos en tu casa, y otra a diputados suspendidos”, insistió el cartista.
“Si me preguntan por qué los recibí, claro, si son colegas parlamentarios, más allá de las diferencias que haya con los gobiernos, con Maduro. Tenemos la cuasiobligación y autonomía”, sostuvo el titular del Congreso.
Acotó que consultó con el procurador y con el director de Petropar sobre la posibilidad de conversar sobre la deuda con PDVSA, pero que ambos le indicaron que el gobierno no reconoce a Maduro, por lo que desistió de abordar este punto.
“Nadie me puede prohibir recibir a otros parlamentarios. Lo cortés no quita lo valiente. Es mi informe”, sentenció Salomón.
En su defensa, intervino el liberal Blas Llano, quien había sido el intermediario de los venezolanos. “Las convicciones no se negocian, y las ideas no se mudan”, manifestó el senador.