23 jun. 2025

Reunión del FMI y el BM, eclipsada por escándalo

REUTERS
Washington

El escándalo que tiene como protagonista al presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, eclipsó ayer el encuentro global de líderes financieros en la capital estadounidense, mientras Gran Bretaña opinó que sus acciones han dañado al banco y los críticos elevaban sus pedidos de renuncia.
Tras el inicio de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), funcionarios del banco y activistas se manifestaron para exigir la renuncia de Wolfowitz por su rol en la promoción de su novia, la funcionaria Shaha Riza, por la cual debió pedir disculpas.
Gran Bretaña, el segundo mayor accionista del banco después de Estados Unidos, dijo que el escándalo afectó a la institución y que la decisión sobre el destino de Wolfowitz ahora estaba en las manos del directorio de la entidad.
“Aunque este asunto ha dañado al banco y no debería haber ocurrido, debemos respetar el proceso del directorio”, dijo en una declaración el ministro de Desarrollo británico, Hilary Benn.
El ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, opinó que debe permitirse que el directorio del Banco Mundial decida el futuro de su presidente.
“Habiendo conocido los hechos por ellos mismos, el directorio obviamente debe completar su labor. Creo que debemos respetar el proceso del directorio”, agregó Brown a los periodistas.
La ministra de Desarrollo de Alemania, Heidemarie Wieczorek-Zeul, dijo que Wolfowitz debería definir si aún tenía la credibilidad para seguir al mando de la institución, que gasta 25.000 millones de dólares al año para combatir la pobreza en los países en desarrollo.
En el propio banco han comenzado a surgir preguntas sobre un posible “doble estándar” en la presidencia del BM y su lucha contra la corrupción.
“El directorio debe actuar rápidamente, si quiere restaurar la confianza en la institución”, dijo Amy Gray, del grupo activista de desarrollo internacional ActionAid.
“Con Wolfowitz (a la cabeza), el BM está perdiendo credibilidad. Si la entidad quiere que se tomen en serio sus políticas sobre corrupción, primero debe echarse un vistazo a sí mismo”, agregó Gray.