Las averías de diverso tipo en la red de distribución de agua potable dejan escapar millones de metros cúbicos de líquido (se pierden 4 de cada 10 litros), que en el lapso de 1995 a 2006 significaron para la Essap una erogación de 10.332.600 dólares para las reparaciones.
De ese monto, 2.361.196 dólares fueron gastados por la actual administración de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay, que en abril del 2002 quedó conformada con la infraestructura y los pasivos de la Corposana.
De acuerdo a los datos, los años de vida útil de las cañerías, que incluyen los grandes aductores, tienen relación directa con los mantenimientos.
En ese sentido, una denuncia de la Asociación de Consumidores del Paraguay (Asucop) firmada por Luis Diarte, director de la Comisión de Agua y Saneamiento, señala que el tema de los caños rotos es tan antiguo como la misma aguatera y que ninguna administración, incluida la actual, pudo solucionar.
“Esta situación es consecuencia de las deficiencias administrativas y de gestión y las inadecuadas decisiones técnicas, lo cual impacta fuertemente en la calidad del servicio”, indicó.
Un factor elemental que conspira contra la durabilidad de las cañerías es la presencia de aire en los conductos hídricos, explicó.
SOLUCIÓN. Como salida al problema, Diarte dijo que la Essap debe adquirir unas válvulas encargadas de retirar el aire que circula en el sistema y que deben estar colocadas en puntos específicos de la red.
Otro elemento que disminuye la vida útil de las cañerías es el tráfico fluido de la superficie, que con el paso del tiempo debilita el material de PVC y produce fisuras que si no son reparadas desembocan en roturas.
Según un informe de la Contraloría General del año 2006, las cantidades de reparaciones debidas a averías en la red de agua continúan siendo del mismo orden desde el año 1994, presentando los reclamos atendidos un promedio de 40.000 por año.
PROYECTO. La administración de la Essap maneja un programa de control de pérdidas que involucra a todas las áreas de la institución, pero en mayor medida a los sectores operativo y comercial.
En ese sentido, el proyecto señala que las pérdidas de agua se deben a fugas, rebosamientos, usos clandestinos, desperdicios, consumos operacionales y especiales, errores de medición y fallas de estimación.
A nivel del sistema de distribución, indica que las pérdidas representan la diferencia entre la medida de las cantidades de agua suministradas al sistema en un intervalo determinado y la suma de la medida de consumo obtenida en los medidores.
A nivel del sistema de producción, esas mismas pérdidas tienen relación con la diferencia entre las cantidades de agua cruda captadas del río y las suministradas al sistema de distribución.