El edil Martín Arévalo dijo que “son renovaciones que se hacen normalmente. En este caso es una empresa que trabaja desde hace 20 años en la ciudad. Son máquinas legalmente habilitadas que nada tienen que ver con las ilegales que están en mercados y zonas ribereñas”.
“Funcionan en locales legalmente constituidos donde no se permite el ingreso de menores de edad”, insistió.
Por su parte, el concejal Elvio Segovia, uno de los que se opuso a esta aprobación junto a su par Félix Ayala y Federico Franco Troche, sostuvo que “son un serio problema las maquinitas que pululan por toda la capital, sin control institucional. No hay fuerza de la Fiscalía, de Hacienda ni de la Comuna. Se deben tomar medidas más fuertes y reducir el número de estos aparatos”.