18 abr. 2024

Reducir incentivos tributarios y mejorar recaudación de impuestos

El sistema tributario paraguayo tiene numerosos problemas que lo hacen ineficaz para recaudar los recursos que requiere el país para su desarrollo e injusto por el alto peso de los impuestos indirectos y los privilegios de los que gozan algunos sectores. El fuerte nivel de endeudamiento hará que cada vez haya una mayor necesidad de recursos para pagar los compromisos contraídos. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recomendó recientemente reducir las exoneraciones tributarias y fortalecer la recaudación de los impuestos al patrimonio, frente a un contexto en el que se necesitan fortalecer las inversiones en capital humano e infraestructura. Las desigualdades hacen inviable económica, social y políticamente un país. Paraguay necesita recursos para pagar la deuda y financiar políticas que mejoren la competitividad y la calidad de vida.

Estas recomendaciones no son nuevas. Diversos organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) vienen recomendando a Paraguay, desde hace años, cambios sustanciales en el sistema tributario.

Todas estas instituciones han recomendado evaluar y eliminar los incentivos tributarios que no sean útiles y mejorar la recaudación de los impuestos directos, entre los que se encuentra el impuesto inmobiliario, un impuesto que podría ser considerado parte de un impuesto al patrimonio.

Los incentivos tributarios son un instrumento muy importante en cualquier política económica. Pueden tener diversos objetivos, como producir bienes o servicios considerados importantes para el consumo de la sociedad o para contener el aumento de los precios finales, generar empleo, promover mejoras tecnológicas, entre otros.

Pero tienen que tener objetivos claros y medibles, lo cual implica paralelamente generar las condiciones para que exista una adecuada evaluación y rendición de cuentas del cumplimiento de sus objetivos. Dado que los costos de no cobrar impuestos son altos porque el Estado deja de proveer otros bienes o servicios, su objetivo no puede ser solo contribuir al crecimiento del producto interno bruto.

Por otro lado, se encuentra el impuesto al patrimonio. En Paraguay, tenemos el impuesto inmobiliario que forma parte de los impuestos al patrimonio. Estos son los más justos porque paga más quien tiene más. Sin embargo, en nuestro país es uno de los de menor recaudación.

Los impuestos que no se pagan algunos terminan siendo pagados por otros grupos, o peor aun, se resienten las políticas que necesita el país para el desarrollo, como la expansión de la infraestructura, la educación, la salud, el apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas, entre otros. Esta situación afecta a quienes tienen menos, ya que, por un lado, los impuestos indirectos les pesan más y, por otro, necesitan los servicios públicos, ya que no pueden financiarse servicios privados.

En los últimos años se sumó en Paraguay la deuda. Con esta estructura tributaria, el mayor peso relativo de los compromisos derivados del endeudamiento recaerá sobre los estratos de menores recursos y que no se benefician con los incentivos tributarios.

El país debe analizar con profundidad cada uno de los múltiples incentivos para determinar el grado de utilidad y los beneficios que generan. Es urgente que el Gobierno evalúe y transparente todos ellos de manera a considerar su mantenimiento o eliminación.

Es urgente cambiar radicalmente la estructura tributaria con una mayor recaudación de impuestos directos, entre los que se encuentra el impuesto inmobiliario.

Las desigualdades hacen inviable económica, social y políticamente un país. Paraguay necesita recursos para pagar la deuda y financiar políticas que mejoren la competitividad y la calidad de vida. Estos objetivos no se podrán lograr con un sistema tributario injusto y que no recauda lo suficiente.

Más contenido de esta sección
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.
Los agricultores familiares producen la mayor parte de los alimentos frescos y sanos, diversificados y culturalmente apropiados. Generan oportunidades de empleo agrícola y no agrícola, y ayudan a las economías rurales a crecer. La agricultura familiar preserva y restaura la biodiversidad y los ecosistemas, y utiliza métodos de producción que pueden ayudar a reducir o evitar los riesgos del cambio climático. La agricultura familiar es fundamental para mantener la capacidad adquisitiva de los ingresos de todas las familias y para reducir la pobreza en el sector rural. Dejarla en el abandono es poner un obstáculo al crecimiento sostenible, al bienestar de los hogares y al desarrollo del país.
La violencia contra las mujeres es una preocupante realidad en el Paraguay. En este Día de la Mujer Paraguaya debemos recordar los datos de las instituciones que señalan que, pese a las leyes, los casos de violencia en el hogar y los casos de feminicidio no disminuyen. Estamos lejos de ser una sociedad que respeta y valora las capacidades de las mujeres; prueba de ello es el aumento en el último año de la violencia política. Este es un indicador del largo camino que nos falta andar para ser una sociedad verdaderamente democrática.
Las reguladas del servicio del transporte público forman parte ya de la realidad cotidiana para los pobladores de la capital, su área metropolitana y el Departamento Central. El mal servicio, no obstante, afecta a todas las ciudades y localidades del Paraguay. Este, además de la salud pública, es el servicio más ineficiente que debe padecer la ciudadanía. Las humillaciones que a diario soportan los usuarios son inaceptables. Un transporte público seguro y cómodo es un derecho que tienen los paraguayos y significa calidad de vida.