La caravana de los campeones empezó en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, donde los jugadores fueron recibidos por la prensa y desde la pista abordaron un bus descapotable que los llevó a dar una vuelta por el Arco del Triunfo y los Campos Elíseos, abarrotados de hinchas.
Posteriormente, ya vestidos para la ocasión, se reunieron con el presidente Emmanuel Macron, quien los recibió en el palacio gubernamental.
Mientras que en Croacia, los vicecampeones fueron recibidos también como héroes por más de medio millón de personas.