El titular de la Cámara, Pedro Alliana, defendió el pedido de reprogramación indicando que no se trata de una ampliación presupuestaria, sino de recursos con que ya cuenta la institución a su cargo.
“Esto es para calzar el presupuesto de la Cámara, no es una ampliación presupuestaria, y es para cumplir con los 194 funcionarios, muchos de ellos con antigüedad de cinco, diez años en la cámara y que no tendrían la posibilidad de cobrar sus salarios de noviembre y diciembre, ni parte de su aguinaldo. Es para cubrir el déficit que tenemos en la cámara”, dijo al tiempo de solicitar a sus colegas el rechazo del veto presidencial.
Por su lado, la liberal Celeste Amarilla, quien también solicitó el rechazo del decreto del Ejecutivo, sostuvo que una vez que se hizo el compromiso con las personas (los funcionarios), no se pueden echar para atrás. “El veto del presidente, seguramente en vendetta y por la internita que mantienen los dos grandes movimientos del Partido Colorado, hace que estemos en medio de un tiroteo de votos y vetos. Esto no se hace, el presupuesto fue aprobado y aunque no comparto los altos sueldos, esto está pactado y los pactos se cumplen”, sentenció la legisladora liberal.
El veto del presidente Mario Abdo Benítez pasa a consideración de la Cámara de Senadores. Si en dicha instancia el veto es también rechazado, la reprogramación entra en vigencia. Sin embargo, si los senadores aceptan el veto, el documento será remitido al archivo.