Por Wilson Ferreira
CIUDAD DEL ESTE
Cinco reclusas, trasladas desde el Buen Pastor de Asunción a la Correccional de Mujeres Juana María Lara de Ciudad del Este, generaron disturbios el martes a la siesta, en reclamo de su retorno a la capital. Las mujeres intentaron fugarse y también tomar de rehenes a las encargadas de seguridad del penal. La rápida intervención de efectivos del Grupo Especial de Operaciones evitó que el incidente pasara a mayores.
Los incidentes ocurrieron dentro de las celdas 6 y 7 y fueron protagonizadas por María Claudia Forjan, Griselda Arana, Eusebia Moreira, Lorena Agüero y Celia Riquelme, todas traídas del Buen Pastor por intento de fuga.
Según manifestaciones de Claudia Riveros, directora de la mencionada institución, a la hora indicada las reclusas comenzaron a romper los fluorescentes instalados en las celdas afectadas, solicitando que sean nuevamente trasladadas a la capital.
CREAN ZOZOBRA. Existe temor dentro del penal debido a que la actitud belicosa de las recién trasladas podría contagiar a las demás internas y terminar en un motín, es por ello que desde ayer fueron apartadas del pabellón principal instaladas y llevadas en una celda especial, donde están aisladas.
Nunca hubo incidentes en el penal de mujeres del Este hasta que llegaron las del Buen Pastor, señaló una funcionaria. El juez de ferias, Adolfo Genes Espínola, se llegó ayer hasta el penal para constatar la situación de las reclusas y no descartó el traslado de las mismas de vuelta a la capital.
TENÍAN QUE TRABAJAR. “Cuando llegaron acá yo les hablé, les expliqué cómo era todo el sistema y que si no creaban ningún problema estarían con las demás que gran parte del día están en el patio del penal, bajo el tinglado, trabajando o lavando ropas”, explicó la directora.
Agregó que les dijo que iban a hablar del retorno a Asunción después de las fiestas de año. “El martes alguien, no se quién, le dijo que yo salí de vacaciones y allí comenzó todo el problema. Rompieron los fluorescentes, quisieron quemar los colchones, destrozaron nuestro pesebre, pero no pasó a mayores gracias a la rápida intervención policial. Llegaron los policías y se calmaron”, explicó la directora.
El penal cuenta con 39 reclusas y la capacidad es para 50, hace 5 años llegó a albergar a 90 mujeres, desde entonces en promedio se mantiene entre 30 y 40.