Reuters
La Habana
Cuba concedió ayer la libertad provisional por razones de salud al disidente Héctor Palacios, el primer prominente opositor en ser excarcelado en los cuatro meses de gobierno interino de Raúl Castro.
Palacios, de 65 años, fue uno de los 75 intelectuales detenidos en marzo del 2003 acusados de conspirar con Estados Unidos contra el Gobierno comunista de la isla.
“Estuve casi cuatro años en la cárcel, que valen como 10. Fue una prisión sumamente injusta”, dijo a periodistas, horas después de su liberación, en su casa del barrio residencial del Vedado, en La Habana.
Palacios es el primer disidente de alto perfil liberado desde que Fidel Castro, de 80 años, transfirió temporalmente en julio el poder a su hermano Raúl a raíz de una enfermedad no revelada.
El Gobierno cubano considera a Palacios y otros opositores “mercernarios” a sueldo de Estados Unidos. El vicepresidente, Carlos Lage, dijo la semana pasada que aunque desaparezca Fidel Castro, el socialismo en Cuba era “irreversible” y no habrá “sucesión” sino “continuidad”.
“Sigo con el mismo optimismo y la misma convicción de que Cuba cambia. No creo que este sea el momento de los cambios, pero llegará", comentó Palacios tras su liberación.
Palacios fue condenado a 25 años de cárcel por administrar una biblioteca ilegal con material que las autoridades describieron como “subversivo” y “contrarrevolucionario”.
El disidente, sociólogo de profesión y ex miembro del Partido Comunista, integra el grupo ilegal Todos Unidos.
Su esposa Gisela Delgado, activista del grupo de familiares de presos políticos Damas de Blanco, había denunciado que sufría problemas cardíacos.
Palacios estuvo más de tres años detenido en un hospital militar.
Con su liberación, asciende a 16 el número de disidentes del grupo original de 75 liberados hasta el momento por razones de salud.
“Lo recibimos como una muy buena noticia, pero esto pone en agenda la situación de otros 300 presos políticos que permanecen en las cárceles cubanas”, dijo Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, un grupo ilegal pero tolerado.