Por Erwing R. Gómez
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Al considerar sólo como “un granito de arena” su rechazo a una coima mensual de G. 400.000 por cuatro años para callar el funcionamiento de un prostíbulo con menores bajo la apariencia de hotel, frente a la Terminal de Ómnibus, el inspector Carlos Morán instó a las autoridades a combatir el flagelo de la corrupción en el país.
Preocupado por el hecho de que “gente poderosa” se encuentra detrás de este tipo de negocios, pero decidido a elevar su voz de denuncia cuando fuere necesario, planteó la necesidad de crear una oficina anticorrupción en la Municipalidad de Asunción para enfrentar esta ilegalidad.
En San Lorenzo, y horas después de ser distinguido por la Comuna capitalina, Morán nos recibió en su humilde vivienda, donde vive junto a su esposa Juliana Martínez y su pequeña hija de 3 años, Giuliana Gianina Morán Martínez, a quien llaman cariñosamente “Princesa”.
Juliana dijo que Carlos cuenta con todo el apoyo familiar y que ella se siente orgullosa de la honestidad de su esposo.
Morán tiene una antigüedad de 15 años en la institución municipal y desde mayo del 2006 trabaja en el Departamento de Monitoreo, que tiene a su cargo el control de patente comercial, licencia municipal, planos aprobados, salidas de emergencia, entre otros.
“Cuando vi que en ese hotel explotaban sexualmente a las menores mi indignación fue muy grande. Se aprovechan de humildes campesinas que vienen a buscar una nueva vida a la capital. Hice la denuncia en nombre de mi hija. No me gusta que se aprovechen de la inocencia de la gente”, sostuvo.
PÉRDIDAS. Resaltó en otro momento que “alguien debe poner fin a esta cadena de corrupción”, y aseguró que en el caso del Municipio asunceno, de cada 10 negocios sólo tres son legales y cumplen las reglas. “De cada millón que debe ingresar a las arcas comunales, sólo 300.000 llegan y los 700.000 restantes se pierden con la corrupción”, resaltó.
Dijo que no es la primera vez que le plantean algo deshonesto y que muchos comerciantes, amparados por el bajo salario percibido por los empleados públicos, buscan cubrir sus actos de ilegalidad con dinero.
“Sé que en todos lados hay personas que se prestan a este tipo de ilícitos, pero en mi caso quiero que algún día mi gente se sienta orgullosa de mí", agregó.
Comentó que el pasado 20 de enero no pudo organizar la fiestita de cumpleaños de su hija porque el dinero que tenía ahorrado lo tuvo que gastar por una quemadura en la espalda que afectó a la menor.
Sueldo recategorizado
La recategorización del salario del inspector municipal Carlos Morán, postergado desde hace varios años, fue prometido por la intendente Evanhy de Gallegos, tras la distinción hecha por la Comuna capitalina por haber rechazado una coima.
El mismo recibe actualmente un salario de G. 2.156.720, donde se incluye la bonificación familiar y el subsidio por seguro médico.
Por otra parte, el funcionario de la Comuna asuncena reclamó por nota al asesor jurídico de la institución, doctor Aníbal Araujo, el pago de sus salarios caídos y congelados por una suma de G. 7 millones, monto que fue aprobado por la Contraloría General de la República.
“Creo que mis pedidos, que son a todas luces justificados, serán satisfechos por la nueva administración municipal”, expresó finalmente.