13 jun. 2025

Propuesta que tuvo como invitados a brillantes intérpretes extranjeros

Concierto de Abono de la OSCA

Por Roberto Gómez Palacios
rogomez@uhora.com.py
Cinco integrantes de L?Octuor de France brindaron una muy buena previa al séptimo Concierto de Abono de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA).
Jean-Louis Sajot, en clarinete; Yuriko Naganuma, en primer violín; Jean-Christophe Grall, en segundo violín; Laurent Jouanneau, en viola; y Paul Broutin, fueron los protagonistas en la noche del jueves último.
La agrupación ya había actuado en ocasiones anteriores en la Capital paraguaya. Una vez más demostraron la habilidad que cada uno posee con sus instrumentos, y el encanto que produce escucharlos.
Aunque la obra de Jean Françaix, denominada Quinteto para clarinete y cuerdas, no es tan asombrosa -pareciera que le falta cuerpo a la obra-, los intérpretes entregaron todo de sí.
Tiempos exactos, dominio de técnicas, una afinación correcta, son algunos de los puntos que se aprecian en el grupo venido de Francia. Esos detalles se suman a la excelencia interpretativa.
Los cuatro movimientos fueron bien ejecutados, lo que fue premiado con la aprobación y el aplauso del público.
La segunda obra escuchada contó con un invitado más: el solista santafecino Gustavo Nardi, en violoncello.
El Concierto Nº1 en La menor para violoncello y orquesta Op. 33, con sus movimientos, dejó ver la profesionalidad del argentino.
Su seguridad en escena habla por sí sola. El dominio de las cuerdas lo convierte en un excelente intérprete. Como agradecimiento a los aplausos interpretó, fuera de repertorio, la obra Nostalgia.
La orquesta, por su lado, tuvo algunos destiempos con algunos instrumentos de viento. Bajo la dirección del maestro -también invitado desde Francia- Dominique Fanal, tuvo sus altibajos.
La segunda parte fue para la Sinfonía Nº 8 en Sol mayor Op. 88, de Antonin Dborak. Los movimientos Allegro con brio, Adagio, Allegretto grazioso, y Allegro ma non troppo, se encargaron de cerrar la noche orquestal.
Fue una noche salpicada con invitados especiales en el escenario, lo que dio destaque a la jornada. La muy buena preparación de estos músicos extranjeros enaltece este tipo de conciertos, ya que los presentes saben apreciarlo.