Al respecto, Carlos Carvallo, ex miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), indicó que la posibilidad de cerrar el año con una caída del PIB se vuelve cada vez más significativa, resaltando que al tema de la sequía ahora se le pueden sumar las dificultades que conllevan el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y sus efectos en las cadenas de suministros, costos de producción y problemas logísticos.
La situación puede afectar igualmente a las exportaciones paraguayas de carne a Rusia, que es uno de los principales mercados de la proteína roja que vende la nación. Sin embargo, entre los aspectos positivos, Carvallo sostuvo que las complicaciones relacionadas al Covid-19 se van diluyendo, lo cual permite suponer que sectores como el de comercio, servicios y otros pueden tener una dinámica positiva durante este año.
trancado. Por su parte, Patricia Goto, economista de CPA Ferrere, manifestó que si bien se tienen muchas presiones que reducen las expectativas favorables sobre la economía paraguaya dentro del corriente año, se debe considerar que la tendencia puede ir mejorando a partir del segundo semestre.
En ese sentido, comentó que todavía es difícil asegurar que el año cierre con un resultado negativo del PIB, pero que indicó que este escenario es factible. No obstante, también aclaró que el pronóstico que realizan, al menos de momento, va más encaminado hacia un estancamiento de la economía en 2022, es decir, un crecimiento cercano a niveles de 0%.
El BCP mantiene aún una perspectiva de expansión del producto interno bruto en torno a 3,7% para el cierre de este año. Sin embargo, desde la banca matriz ya adelantaron que la cifra será revisada en los próximos meses y todo apunta a que será menor.
El impacto de la sequía se vuelve factor principal que encamina los cálculos del PIB para 2022 en terreno negativo. Hay pronósticos de contracción e incluso el BCP ya anunció revisión de estimación.