EFE
Miami-EEUU
Estados Unidos, el Caribe y México afrontarán otra temporada de huracanes traumática con la formación de 17 tormentas tropicales y 9 huracanes, de los que 5 serán de gran intensidad, según pronosticaron ayer meteorólogos.
Una “muy activa” temporada, que se inicia el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre, amenaza con azotar a la cuenca atlántica que fue protegida por la corriente de El Niño el año pasado tras sufrir un ataque despiadado en el 2004 y el 2005.
“Hemos aumentado nuestro pronóstico para la temporada del 2007 debido, en gran parte, a la rápida disipación de las condiciones de El Niño. Ahora estamos denominándola como una muy activa”, dijeron Philip Klotzbach y William Gray, meteorólogos de la Universidad Estatal de Colorado.
Pero, acotaron los expertos, “no será tan activa como las temporadas del 2004 y el 2005", cuando en el estado de Florida y la costa del Golfo de México cuatro huracanes, en cada temporada, dejaron una estela de destrucción y muerte.
Ambos meteorólogos pronosticaron en diciembre pasado que se formarían este año catorce tormentas tropicales y siete huracanes de los que tres tendrían vientos superiores a los 178 kilómetros por hora.
Con el vaticinio se disparan las alarmas de los residentes en las áreas costeras de Estados Unidos, que tuvieron un respiro en el 2006 cuando ningún huracán tocó tierra en esas zonas.
Durante la temporada pasada sólo se formaron nueve tormentas y cinco huracanes, convirtiéndose en la de menor número de tormentas desde 1997, año en que se registraron siete, según datos del Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami.
“Fuimos muy afortunados el año pasado al no tener huracanes impactando tierra. La temporada del 2006 fue sólo el duodécimo año desde 1945 en que Estados Unidos” no fue atacado por ciclones, dijo Klotzbach.