Entre las partes más resaltantes de la normativa de la Conajzar, presidida por Javier Balbuena, se encuentra la prohibición de autorizar los juegos electrónicos dirigidos a menores de edad, tales como los que cuentan en sus paneles dibujos de personajes animados o músicas infantiles; si son explotados en la vía pública; si están en espacios públicos (plazas, veredas, parques) y si se encuentran en lugares que no tengan como política de ingreso la prohibición de acceso a menores.
Otras consideraciones de la resolución de la Conajzar establecen que no se podrá autorizar juegos electrónicos de azar que expongan a los usuarios a sufrir accidentes por su uso, tales como los que para la fabricación de los gabinetes o muebles utilizan materiales propensos a arder, como madera prensada; y los que son fabricados de manera artesanal o informal, sin protección en caso de descargas.
incremento. Según analiza la Conajzar, sobre la base de fiscalizaciones y controles efectuados por sus funcionarios y los provenientes del Registro Nacional de Operadores de Juegos, se puede corroborar un acelerado aumento de locales de juegos electrónicos de azar, que se encuentran operando ante la falta de exigencias que permitan controlar que sean fiables.
Incluso, la dependencia estatal a cargo de Balbuena menciona que con el simple pago de un tributo de monto irrisorio se habilita la explotación, en particular los tragamonedas, que en algunas localidades del país cuesta sólo un importe de G. 10.000 por máquina.