La lechuga se está vendiendo a G. 200 el mazo en las fincas de los productores del Departamento Central.
Este es un precio que consideran muy por debajo de lo justo, señaló Teodolina Villalba, secretaria de la Federación Nacional Campesina (FNC).
Algunos inclusive se vieron obligados a tirar sus productos en las últimas semanas, debido a que no encontraban compradores, señaló Villalba. Las lechugas tienen que venderse en un máximo de 24 horas después de cosecharse, porque deben mantenerse frescas, recordó.
La situación llegó a tal punto que ayer alrededor de 200 productores salieron a las calles en Itá en reclamo de una acción directa por parte del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para poder salvar la situación que atraviesan.
Villalba explicó que en esta época del año las condiciones climáticas favorecen la producción, por lo que hay una sobreoferta.
“Es una situación que sufre cada año el productor debido a que no existe planificación por parte del MAG”, señaló.
Dijo que el Ministerio de Agricultura debe encarar una política de planificación de acuerdo a la demanda, y proveer de la tecnología y la infraestructura necesaria para poder producir al mismo ritmo todo el año.
Propuesta. Dijo que como FNC presentaron al ministro de Agricultura, Denis Lichi, un programa para el productor de la agricultura familiar campesina, que soporta este problema.
Aún no tuvieron respuesta con respecto a la viabilidad de ese programa en específico, dijo. No obstante, insistirán en la próxima reunión que tendrán con el secretario de Estado.
Solicitaron una audiencia con el ministro para esta semana, comentó la secretaria de la FNC. Prevén que un grupo de horticultores asociados al gremio se trasladen a Asunción para acompañar este encuentro.