Bajo el lema “nosotros no somos el problema, somos parte de la solución”, decenas de personas instalaron frente a la sede del Legislativo una feria con frutas, hortalizas y productos procedentes de las diferentes economías regionales, que vienen con grandes descuentos para visibilizar la situación que atraviesan los pequeños productores de Argentina.
Una de las demandas principales de este “verdurazo” fue la reglamentación de la Ley 27118 de Agricultura Familiar, sancionada en diciembre de 2014, que contempla el desarrollo de los trabajadores rurales y la venta de sus productos en mercados más amplios, entre otros objetivos.
Daniel Marcos, del colectivo Dignidad Rural, una de las entidades organizadoras del evento, afirmó en declaraciones a Efe que esta ley “garantizaría la seguridad y la soberanía alimentaria” del país suramericano.
“Nosotros decimos que somos la solución, y no el problema, frente a lo que vendría a ser la crisis de este sistema que impuso el monocultivo y donde no se garantizan los alimentos sanos ni los precios. Quienes pueden garantizar eso son los productores de la agricultura familiar”, destacó Marcos.
Otro de los reclamos del evento, según Silvina Correa, también de Dignidad Rural, fue el “acceso a la tierra” y a la vivienda por parte de los pequeños productores.
Este “verdurazo” también está motivado por la delicada situación económica de Argentina, un país que atraviesa serios desequilibrios macroeconómicos desde hace más de tres años, entre ellos una inflación galopante (58% interanual en abril).
DEUDA. Por otra parte, Argentina acordó con el Club de París un nuevo aplazamiento de los pagos de deuda hasta alcanzar un acuerdo con los acreedores que integran ese foro o hasta el 30 de septiembre de 2024, lo que ocurra primero, según un decreto publicado este martes en el Boletín Oficial.
Se trata del aplazamiento de los pagos de las deudas contraídas en el acuerdo firmado en mayo de 2014, que se realiza en el marco de las negociaciones de Argentina con los acreedores reunidos en el Club de París, tras haber firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar deudas por 45.000 millones de dólares en marzo último.