EFE
Brasilia
La superpoblación carcelaria en Brasil podrá ser aliviada en poco tiempo con la vigilancia, vía satélite, de reos condenados a penas menores a partir de pulseras o tobilleras electrónicas, según un proyecto aprobado hoy en el Senado.
“Las cárceles tienen que ser reservadas a presos peligrosos, violadores y homicidas. Esos no tendrán derecho al beneficio. Otros que cometieron crímenes más livianos podrán quedar fuera de prisión bajo vigilancia”, dijo a periodistas el senador Demóstenes Torres.
“Los costos son menores que mantener a un preso dentro de la prisión innecesariamente”, añadió Torres, uno de los redactores de la iniciativa sometida a consideración de la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía de la Cámara Alta.
El proyecto, que debe cumplir trámite en el Senado y luego pasará a la Cámara de Diputados establece la adopción de pulseras o tobilleras electrónicas, que serían adaptadas al prisionero y conectadas a un sistema de rastreo permanente, similar al que empresas de seguros ofrecen para los automóviles, para evitar robos.
Con este sistema las autoridades podrían permitir sin temor a fugas, que condenados por delitos menores puedan cumplir sus condenas en régimen abierto, libertad condicional o con autorización para salida temporal.
El Ministerio de Justicia calcula que unos 401.000 brasileños están recluidos en instalaciones cuya capacidad máxima es para 150.000, según cifras de 2006. Al menos unas 170.000 personas están confinadas temporalmente, a la espera de la definición de sus procesos, destaca el autor del proyecto, el senador del Partido de los Trabajadores (PT) Aloizio Mercadante, correligionario del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.