El discurso oficialista sigue girando en torno al temor de que la crisis regional se pueda replicar en el país. El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, apuntó que hay sectores que quieren utilizar a la gente para ambiciones ilegítimas y buscan el enfrentamiento entre paraguayos.
El mandatario estuvo de gira ayer por Itapúa acompañado de sus ministros y volvió a hablar del tema. Inauguró obras y entregó aportes en varios distritos del departamento. El mensaje del oficialismo apunta a que hay sectores que buscan generar inestabilidad interna en vista a lo que sucede en Chile, Ecuador, Bolivia y Perú.
“Hay gente que no quiere que vivamos en paz en el Paraguay. Hay gente que tiene una visión distorsionada de lo que es el servicio público y de lo que es el amor a la patria (...), quien dice querer a su patria quiere ver sangre en las calles y en las rutas. Solamente aquellos que quieren utilizarle como escudo al pueblo para que después ellos sean los grandes beneficiarios del dolor y del luto de nuestro pueblo”, fustigó en su mensaje.
Apuntó que buscarán abrir los ojos al pueblo para que deje de ser manipulado.
críticas. Cuestionó la posición que asumieron algunos legisladores que se resistieron a acompañar proyectos como la construcción de la costanera en la ciudad de Pilar.
Apuntó que no se puede construir un liderazgo bajo la destrucción del otro.
“Con lástima y con pena porque muchos no votaron este crédito. Gracias a aquellos que votaron por el desarrollo”, afirmó sobre el tratamiento que hubo ayer en la Cámara de Senadores.
Señaló que muchos buscan truncar con un espíritu que busca contaminar con el odio y el rencor.
prédica. El ministro de Desarrollo Social, Mario Varela, sostuvo que Paraguay pasó por momentos difíciles, pero que ahora se está respirando. Pidió no hacer caso a lo que se está predicando en América Latina, porque no es bueno. Remarcó que Paraguay necesita de gobernabilidad.
Abdo participó del lanzamiento de la campaña de sésamo 2019-2020. Durante el acto oficial destacaron que el sésamo negro producido en estas zonas es considerado por el mercado japonés como el mejor del mundo. Participan activamente 3.000 familias campesinas que generan 2.500 toneladas por año.