“Me llama mucho la atención el sentido de esta causa”, declaró Fernández. “Se están discutiendo decisiones políticas no judicializables objetivamente”.
El mandatario agregó que esas decisiones que se tomaron en materia presupuestaria y de obra pública “de ningún modo pudieron ser arbitrarias”.
Rodeado de un fuerte operativo de seguridad, el mandatario se presentó este martes a comparecer ante el Tribunal Oral Federal 2, que desde 2019 acoge las audiencias en las que se juzga a su compañera política y a otros imputados, en una audiencia que terminó tres horas más tarde.
El juicio se centra en la presuntas concesiones irregulares en la provincia patagónica de Santa Cruz a favor del grupo Austral, propiedad de Lázaro Báez, estrecho colaborador del fallecido ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y ya en prisión (ahora domiciliaria) por presunto lavado de dinero desde 2016.
El actual jefe de Estado acudió a declarar por haber sido jefe del Gabinete de Ministros de Kirchner y de su viuda, entre 2003 y 2008.
Al ser preguntado, Fernández negó “definitivamente” haber visto acciones para favorecer la obra pública en Santa Cruz, ni que le constara que los ex presidentes hayan redireccionado cientos de millones de pesos para beneficiar a Lázaro Báez, ni que instruyeran a los ministros en la asignación de recursos.
Declaró que se cruzó “una vez” con Báez, en la ciudad santacruceña de Calafate, donde se lo presentó Néstor Kirchner. Y dijo desconocer los vínculos comerciales de Báez con los Kirchner. EFE