EFE
Taipei
La Presidencia taiwanesa presentó ayer un recurso de inconstitucionalidad sobre la petición judicial de documentos relacionados con el caso que involucra a la primera dama, Wu Shu-chen, acusada de apropiarse de fondos oficiales.
La Presidencia taiwanesa considera que los documentos exigidos por los jueces en el juicio contra Wu contienen información que no puede hacerse pública, por motivos de seguridad nacional.
Sólo el presidente tiene derecho a determinar lo que constituye un secreto de Estado, agrega el comunicado oficial.
Esta petición sigue al plan del primer ministro taiwanés, Su Tseng-chang, de pedir una interpretación constitucional del artículo 52 en relación con la legalidad de este juicio.
El artículo 52 estipula que el presidente no puede ser juzgado durante su mandato, a menos que cometa delitos que pongan en peligro la seguridad nacional o traición a la patria.
El fiscal del caso contra Wu, Chang Hsi-huai, considera “extraño que el Ministerio de Justicia encargado de supervisar la labor de los fiscales pida una interpretación constitucional para detener el caso”.
Chang también asegura que “en los documentos relacionados con el caso y la diplomacia isleña no hay nada que pueda considerarse secreto, de acuerdo con el Acta de Protección de Información sobre la Seguridad Nacional”.
El primer ministro taiwanés asegura que la interpretación constitucional es necesaria para proteger el funcionamiento del Gobierno y el que el presidente no sea juzgado por intereses partidistas.
“El caso afecta a la seguridad nacional e interfiere con los derechos constitucionales del presidente”, señaló Su.
APROPIACIÓN Y FALSIFICACIÓN. La esposa del presidente taiwanés, Chen Shui-bian, es juzgada por apropiación de dinero público y falsificación de documentos, en relación con un presupuesto presidencial.
La fiscalía encontró recibos proporcionados por Wu por valor de 450.000 dólares, que en realidad fueron prestados por otras personas a la primera dama.
El mandatario taiwanés y su esposa aseguran que los fondos fueron utilizados en la diplomacia secreta de la isla y que se utilizaron recibos falsos para proteger el secreto oficial.
Chen Shui-bian prometió dimitir si su esposa es condenada en el juicio.