Los consumidores se encuentran con un obstáculo económico a la hora de seguir las recomendaciones de alimentación con productos frescos para hacer frente a la ola de calor.
Según el monitoreo de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario en los supermercados, el tomate costó en promedio G. 8.593 el kilo en el 2021, mientras que ayer este producto se ofrecía a G. 12.350, de acuerdo al relevamiento que hizo ÚH en un centro de venta minorista de Asunción. Estos valores muestran una variación de 43,7%, aunque la diferencia se va a agravando con otros rubros.
Por ejemplo, el locote saltó de G. 9.229 a más de G. 17.000 el kilo, mientras que la zanahoria tuvo una suba de 101% y está actualmente a casi G. 10.000 cada kilogramo.
En tanto que la lechuga, uno de los productos más demandados en esta temporada en que las temperaturas son cercanas a los 40 grados, lidera las brechas de precios.
El año pasado se conseguía a 2.099 por mazo, pero casi al cierre del primer mes de este 2022, se encuentra cerca de G. 6.000.
La cebolla y la papa también muestran un encarecimiento, pero de menor impacto. Ayer estaban a 6.500 y 7.550 el kilo, lo que significa incrementos de 36,1% y 63,5% respectivamente.
Otros rubros que se consumen frescos, pero que no que no están incluidos en la canasta básica, también muestran valores muy elevados.
La lechuga repollada, cuyas hojas muestran más resistencia al calor, está a más de G. 20.000; la remolacha cuesta G. 10.000 y el repollo puede superar los G. 12.500 como el caso del morado.
Asimismo, el pepino se ofrece en los supermercados a casi G. 10.000 el kilo, en tanto que el tomate liso, utilizado generalmente para las ensaladas está a G. 15.600.
Restricciones de importación
El tomate y la cebolla se importan de forma regulada debido a la disponibilidad de productos nacionales, mientras que los demás rubros están liberados. Desde el Ministerio de Agricultura explican que los precios igual están altos porque la sequía afecta también a los países proveedores.