En tanto, es incierto el alcance de esos acuerdos, dado que los dos rivales directos, Fayez al-Sarraj –el jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) reconocido por la comunidad mundial– y su rival Jalifa Haftar se negaron a reunirse en la conferencia en Berlín, en la que acudieron Rusia, Turquía, Francia, Alemania, Reino Unido y Naciones Unidas, y otros. El jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, admitió que si bien la conferencia fue “muy útil”, aún sigue la brecha entre los bandos en pugna. “Está claro que aún no logramos iniciar un diálogo serio y estable entre ellos”, dijo Lavrov a la prensa.
Tanto Lavrov como la canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona de la conferencia, hablaron de un “pequeño paso adelante”, al tiempo que reconocieron que queda mucho por hacer para lograr la paz.
El principal avance de la reunión de Berlín fue que los líderes de once países, comenzando con Rusia y Turquía que juegan un papel clave en Libia, coincidieron “que no hay una solución militar para el conflicto”, declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
“No puedo enfatizar cuán importante es este compromiso” viniendo incluso de países “que están más involucrados que otros” en Libia, enfatizó. El conflicto se internacionalizó en los últimos meses y amenaza con ser una “nueva Siria”. AFP