El supuesto asalto ocurrido en la madrugada de ayer en dependencias de la Comisaría 25ª de Ytororó pasó a ser un hecho fraguado que con antelación lo había preparado el suboficial 2º Salvador Ozuna, quien ante sus superiores no pudo sostener la teoría y terminó contando dónde ocultó las dos armas. Así informó el comisario principal José Velázquez, jefe de Orden y Seguridad de la Jefatura del Departamento Central de la Policía.
El suboficial Ozuna se encontraba solo en la guardia de la comisaría. Aprovechando la intensa lluvia que se abatió en la madrugada de ayer y que los demás agentes estaban asignados a puestos de controles específicos, planificó el presunto asalto. Apareció como la víctima de dos delincuentes quienes, según su versión, llegaron hasta la comisaría.
El supuesto hecho de atraco a la dependencia policial fue calificado de grave e inmediatamente tomaron intervención los jefes policiales del departamento Central que llegaron a la comisaría y conversaron con el comisario Raimundo Aranda, jefe de la unidad, al igual que con el suboficial Ozuna.
Éste último se mantuvo en la postura de que fue objeto de un asalto, pero con el correr de las horas su hipótesis se volvió insostenible y terminó contando, a sus superiores, dónde se encontraban las armas reglamentarias.
INTERVENCIÓN. Una vez aclarado el panorama y ubicadas las dos armas: un revólver calibre 38 y una pistola tipo beretta 9mm, que fueron ocultadas bajo la planta de una pequeña palmera en el predio de la comisaría, se solicitó la presencia de agentes de Criminalística. Estos, en presencia de la agente fiscal Carolina Bernal, procedieron a levantar las armas propiedad de la Policía Nacional.
El suboficial participó de todo el procedimiento realizado dentro del predio de la Comisaría 25ª y posteriormente fue derivado a la base de la jefatura Central, donde quedó a cargo de la Justicia ordinaria.