LONDRES, REINO UNIDO
El responsable de la policía antiterrorista británica afirmó este lunes que no está en medida de garantizar que no surgirán más casos de personas expuestas al Novichok, tras la muerte de una mujer en Salisbury envenenada por este agente neurotóxico.
Neil Basu explicó que 21 personas acudieron a centros sanitarios porque se sentían mal y creían haber sido expuestas a esta sustancia, pero que fueron examinadas y dadas de alta sin problemas.
Las declaraciones del comandante se producen tras conocerse la muerte de Dawn Sturgess, una británica de 44 años que fue hospitalizada en estado grave el 30 de junio en Salisbury, al igual que su pareja, un hombre de 45 años también contaminado con esta potente sustancia.
A su vez, la muerte, que la policía investiga como asesinato, ocurre cuatro meses después del atentado con este agente nervioso contra el ex espía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia.
Se cree que Sturgess y su pareja tocaron algún objeto que contenía el veneno. Sus amigos creen que la pareja estaba buscando colillas cuando entró en contacto con la sustancia en el parque Queen Elizabeth de Salisbury.
“Debieron recibir una alta dosis”, especuló Basu, que explicó que la policía no sabe todavía si el gas que mató a la mujer y dejó malherida a su pareja es de la misma partida que el que casi mató a los Skripal. La primera ministra británica, Theresa May, dijo estar “horrorizada y consternada”. La policía y los agentes de seguridad trabajan para esclarecer rápidamente los hechos”, agregó.
“Dawn deja a su familia, sus tres hijos”, declaró Neil Basu, jefe de la policía antiterrorista británica.
“Esta terrible noticia solo refuerza nuestra determinación para resolver esta investigación, identificar y enjuiciar a los responsables”, agregó.
Scotland Yard precisó que el hombre de 45 años también contaminado con Novichok y hospitalizado el sábado de la semana pasada en Salisbury continúa en estado crítico.
Uno de sus amigos afirmó a la AFP que se trata de Charlie Rowley y que era pareja de Dawn Sturgess.
Sturgess vivía en un albergue para vagabundos que fue evacuado y acordonado tras saberse que la mujer estaba contaminada, como todos los sitios donde estuvo la pareja horas antes de enfermar.
Este lunes, Corky, un sin techo escocés de 47 años, que vivió en el albergue hasta febrero, explicó que “todos conocían a Dawn” y a su pareja.
“Eran realmente buena gente, compartían su última lata (de alcohol). Les iba bien hasta esto, nadie se merece esto, nadie”, lamentó Corky.