“Los restos pueden quedar en el museo del Fortín Boquerón o en el Militar del Ministerio de Defensa Nacional. Otra opción que se maneja es trasladarlo hasta el museo del Fortín Nanawa, pero también existe la posibilidad de que el Gobierno boliviano solicite la entrega de esos restos, por tratarse de un avión que estuvo al mando de un héroe emblemático para ellos, como lo fue Rafael Pabón”, detalló el historiador aeronáutico.
Señaló que el pedido es valedero, pero en contrapartida se puede aprovechar para que Bolivia entregue parte un avión paraguayo, que justamente Pabón derribó.
“En lo que respecta a aeronáutica, tienen el timón de dirección de un avión paraguayo, donde está la tricolor, parte del entelado del ala y probablemente alguna otra pieza cuando nuestra aeronave cayó detrás de la línea boliviana. Eso fue en diciembre del año 1932”, afirmó Sapienza.
Hallazgo. Esta semana fueron encontrados los restos del avión en la zona de Fortín Florida, distrito de Fuerte Olimpo, Departamento de Alto Paraguay, mientras se hacía una remoción de suelo para actividad ganadera.
En la zona de Madrejón-Florida, Sapienza relató que ocurrió un combate aéreo, el 12 de agosto de 1934. Por el lado boliviano, la aeronave estaba tripulada por el mayor Rafael Pabón (piloto) y el Sargento Mario Calvo (artillero), quienes interceptaron el Potez 25 TOE N°11, tripulado por el capitán Carmelo Peralta y el Tte. 1º Rogelio Etcheverry. Como resultado es derribado el aparato boliviano con la muerte de Pabón y Calvo.
“La aeronave boliviana era un Curtiss-Wright CW-C14R Osprey, de fabricación norteamericana, un caza-bombardero que la Aviación Militar Boliviana utilizó en la Guerra del Chaco. Tenía una ametralladora fija Colt para disparo frontal para el piloto y otra similar, móvil, para el artillero en la cabina posterior. Podía llevar hasta 118 kilos de bombas bajo las alas; 20 de estos aparatos sirvieron en la Aviación Boliviana”, desglosó el historiador.