GUAIRÁ
La planta alcoholera de Petropar, ubicada en el distrito de Mauricio José Troche, Guairá, reanudó la zafra cañera, tras la avería de un reductor, que finalmente fue reparado. Sin embargo, hasta ahora persisten las dudas sobre la continuidad de la producción debido a las malas condiciones de los reductores y la capacidad de los molinos.
La zafra cañera se inició el miércoles pasado, pero al poco tiempo se presentaron algunos inconvenientes técnicos que fueron subsanados temporalmente.
El pasado fin de semana, un grupo de cañicultores se manifestaron en inmediaciones de la empresa, exigiendo una solución definitiva a los problemas técnicos. Demostraron estar indignados por la avería del reductor, ya que aseguraron que los directivos tuvieron mucho tiempo para poner en orden la fábrica.
Braulio Salinas, presidente de la Asociación de Cañicultores de Mauricio José Troche, dijo que pensaron incluso cerrar rutas en el caso en que no se presentaran los directivos a explicar la situación verdadera de la fábrica y qué solución podría dar a los trabajadores.
Tras una reunión entre gerentes de la empresa y miembros de la Asociación de Cañicultores, se anunció la firma de un acta de acuerdo con Petropar, que consiste en la adquisición de reductores de similar calidad en la brevedad posible y, por otro lado, los cañicultores se comprometieron a ingresar con sus productos a la planta.
FUNCIONANDO. Por otra parte, el ingeniero José Barboza, gerente de la planta, rechazó la versión de que los equipos no están en condiciones para soportar la zafra.
Aseguró que estaban produciendo cien mil litros de alcohol y que para el efecto se necesita que funcionen en un régimen de 4.500 a 5.000 rpm. “En menos de ocho horas se llenan todas las dornas de fermentación. Por lo tanto, trabajan todas las secciones con normalidad. Imposible sería seguir moliendo si no teníamos ese régimen de producción”, aseveró.
Respecto a las tardías licitaciones para el mantenimiento de los equipos fabriles, dijo que se hicieron los trabajos con las piezas del molino en forma sincronizada para poder llegar a inicios de junio, a fin de comenzar la zafra. Afirmó que todo está documentado y que ya llevan pagados hasta hoy G. 930.456.389 a los cañicultores.
Sin embargo, según técnicos de la fábrica consultados, “es imposible” que se haya llegado a dicha producción cuando se rompieron dos reductores y dos molinos dejaron de funcionar. Además, conseguir la pieza de respuesto es poco probable porque la empresa que fabricaba ya no existe en el Brasil.
Asimismo, recordaron que el año pasado la fábrica operó a los tumbos y apenas produjo poco más de diez millones de litros y que en la presente zafra descartan que se logre alcanzar.