Es así que el diésel Porã estará en G. 6.580; el gasoil Mbarete pasa a costar G. 7.850 (estaba a G. 7.250); la nafta Kape 88 sale desde la fecha G. 6.680; la nafta Oikoite 93 estará G. 7.360; mientras que la nafta Aratiri 97 valdrá G. 8.420 y nafta Ecoflex 85 pasará a costar G. 7.195.
De esta manera, la petrolera estatal pudo sortear unos quince días más aproximadamente el embate de los incrementos experimentados por el crudo a nivel internacional, pero como su stock renovado obliga a tal variación, lo anunció y desde la fecha se contemplan los nuevos precios.
Quienes dieron el golpe de bolsillo y la avanzada con los nuevos precios fueron los emblemas privados, que incrementaron a fines de enero pasado en 600 guaraníes por cada litro en todos sus productos.
Con los nuevos ajustes en los emblemas privados, el gasoil común pasó a costar G. 6.930 el litro; la nafta intermedia (93-95), G. 7.400 por litro; la nafta súper, G. 8.400 el litro, y el diésel aditivado, G. 7.850 por cada litro.
En principio, la alternativa de reducir el impuesto selectivo al consumo (ISC) para evitar el incremento de los combustibles había sido descartada por el Ministerio de Hacienda, por lo que en principio no se pudo evitar ese nuevo golpe al bolsillo.
Pero el Poder Ejecutivo finalmente optó por bajar las tasas del impuesto selectivo al consumo (ISC) de los combustibles, a fin de lograr un acuerdo con el sector privado, fundamentalmente para atenuar la suba del diésel común y mantener el precio de naftas.
El acuerdo es temporal y estará sujeto al comportamiento de los precios internacionales de los derivados del petróleo.
En concreto, el Ejecutivo determinó reducir el ISC del diésel común del 18% a 6,2%. Esto significa una cesión de G. 250 por litro, mientras el sector privado reducirá su utilidad en G. 100. Así, de los 600 guaraníes que subió el gasoil el fin de semana pasado, quedó en G. 250 el incremento.