Raúl Cortese
ENCARNACION
En muy malas condiciones se encuentra el camino que conduce desde ruta sexta a localidades como Itapúa Poty y San Buenaventura, en el Departamento de Itapúa, una vía terraplenada que en cada cambio de gobierno se promete mejorar para poder transitar bajo todo tipo de climas, pero las promesas no son cumplidas.
El camino a Itapúa Poty y San Buenaventura abarca a zonas de alta producción agrícola, ganadera y láctea.
Son miles de millones de guaraníes que transitan ese camino en épocas de alta producción. Esa enorme cantidad de dinero que se genera con el esfuerzo de productores de distintos rubros en la zona no está siendo acompañada, desde hace años, por las instituciones del Estado que deberían intervenir para asegurar que los productos lleguen a los centros de acopio, de distribución o industrialización.
“Son 43 kilómetros que necesitamos que se arreglen para poder transitar y sacar nuestros productos. Senadores, diputados y gobernadores nos han prometido y nunca podemos llegar a obtener esta necesidad que llena de quebranto a la población de la zona. Ya no sabemos a quién más acudir para que puedan hacer algo. La producción sojera más grande del país sale de Edelira y de Itapúa Poty, los centros de acopio más grandes, de cooperativas y privados están por acá”, reclama Rondi Servián, antiguo productor de la zona.
En fotos suministradas se puede observar a distintos camiones cisterna de la Cooperativa Colonias Unidas, para sus productos lácteos Los Colonos, que pasan un verdadero viacrucis poder llegar a destino. 20.000 litros de leche que se acopian en la zona de manera diaria, cuando llueve se encuentran en riesgo de echarse a perder si no llegan a tiempo a su lugar de destino para que este alimento sea tratado oportunamente.
Los vehículos sufren desperfectos mecánicos y se destruyen como producto de la situación, ocurre lo mismo con quienes intentan sacar su ganado, porcinos y productos en grano, se mencionó.
Los vehículos pequeños también se ven afectados por estas condiciones del camino. Si logran sortear las dificultades del barro, también deben tratar de pasar la barrera que conforman los camiones pesados que terminan atravesados impidiendo el paso de los demás.
“La necesidad es urgente, la zona va a dejar de crecer y la producción se ve resentida si no intervienen y ponen en condiciones los caminos. Nadie tiene la garantía de que ante las malas condiciones del tiempo se asegure la entrega de sus productos, siempre es así y ya no se puede continuar de esta manera”, significó Servián.